LOUIS CATTIAUX

BIOGRAFÍA:



BIOGRAFÍA:




Louis Cattiaux nace en Valenciennes,

Francia, el 17 de agosto de l904.

Pierde a sus padres muy pronto y es

educado por su hermana mayor hasta

que, en 1914 debido a la guerra, ambos

hermanos son separados y desplazados.

El pequeño Louis es internado en

el pensionado Hanley, en los

alrededores de París.

A los dieciocho años ingresa en la

Escuela de Artes y Oficios artísticos

y poco más tarde es enviado a Alemania

para cumplir el servicio militar.

Al finalizar este periodo, Cattiaux deja

Europa y viaja al África central, al

antiguo Dahomey, como empleado de una

empresa comercial. Este viaje le influye

en todos los sentidos, tanto en su faceta

artística como en la búsqueda del

misterio primordial. Al cabo de un tiempo

regresa a Francia enfermo y arruinado.

En este momento decide

dedicarse plenamente

a la pintura y comienza a frecuentar los

medios artísticos de París.

En 1932 se casa con Henriette Péré.

La pareja se instala en unos bajos

en pleno centro de París.

Montan una galería de arte llamada

Gravitations , en honor al título de

un libro de poemas publicado por

Jules Supervielle. En dicha galería

exponen algunos de sus amigos, como


Jean Marembert o Jean Lafont.

Todos ellos, además de Pierre Ino,

Eric Olson, René Paresce, Louis Coutaud,

el escultor Etienne Beothy y los poetas

Fernad Marc, Louis de Gonzague Frick,

el ya citado, Jules Supervielle y el

mismo Cattiaux, redactan el

Manifeste du Transhylisme (1934).

En este mismo año expone en el

Salon des Indépendants .

Paralela a la inquietud artística,

su búsqueda espiritual prosigue sin

descanso. Atraído por los escritos

herméticos y alquímicos, que combina

con la lectura de textos clásicos

como la Biblia , el Corán y el Libro

del Tao, Cattiaux pasa largas horas en

la Biblioteca del Arsenal, copiando

pacientemente los tratados de los

antiguos alquimistas, sobre todo, los

de Nicolas Valois, con quien le une una

singular afinidad espiritual. Mientras,

continúa pintado y empieza a relacionarse

con Raoul Dufy y con Derain.

Toda esta actividad no desemboca en

ningún éxito y en 1935 los Cattiaux se ven

obligados a cerrar la galería y a dedicarse

a los trabajos más peregrinos para mantener

su hogar. Empieza entonces un periodo

decisivo para Cattiaux, pues, al tiempo que

su pintura se vuelve más y más personal,

desvinculada de las corrientes de la época,

su búsqueda desemboca en la redacción,

a partir de 1938, de un libro fuera de lo

común que acabará titulando

El Mensaje Reencontrado .

En las sentencias de este libro

Cattiaux, destiló con paciencia el resultado

de “una iniciación y una mística

estrechamente unidas.”

También el estilo pictórico se ve afectado

por la vida espiritual del artista y

deja ver un trasfondo que no puede

calificarse de otro modo que de visionario.

La pasión que Cattiaux siente por

la filosofía hermética marcará profundamente

su pintura y sus escritos.

En 1939, Cattiaux expone varias veces en

la galería de Berthe Weill, una amante

del arte que su época se interesó por los

jóvenes artistas tales como Matisse, Derain,

de Vlaminck o Picasso, por lo que su galería

consiguió una gran celebridad.

En 1942 participa en el Salon des Tuileries

y en otras exposiciones organizada por el

famoso crítico de arte, Gaston Diehl.

A partir de 1940, Cattiaux se consagra casi

exclusivamente a la redacción del

Mensaje Reencontrado . Pinta un autorretrato

para ilustrar esta obra,





y empieza su amistad con Lanza del Vasto,

quien redacta un prólogo

para El Mensaje Reencontrado.

En 1945 aparece una edición de sus poemas

titulada Les Poèmes du Fainéant y

en 1946 se autopublica, en París,

la primera edición de los doce primeros

capítulos del Mensaje Reencontrado.

A partir de este hecho, inicia una serie de

amistades, algunas de las cuales serán decisivas

en su vida. Conoce a Jean Rousselot y

se cartea con René Guénon, hasta que,

en 1949, entra en contacto con los hermanos

Emmanuel y Charles d'Hooghvorst, miembros de

una noble familia belga, con quienes mantendrá

una inalterable y fecunda amistad hasta

el final de sus días.

El resultado de tal amistad se concretó

en un volumen titulado Florilegio epistolar,

reflejos de una búsqueda alquímica ,

compuesto por fragmentos de sus cartas,

así como en la obra publicada por Emmanuel

y Charles d'Hooghvorst, influida directamente

por el pensamiento de Cattiaux.

En 1951 empieza la redacción de un ensayo

sobre la pintura que ya llevaba tiempo

meditando y que llevará por título Física

y metafísica de la pintura.

La prematura e inesperada desaparición

de Cattiaux, el 16 de julio de 1953,

hace que no pueda ver ninguna de

sus obras publicadas.

Sus poemas fueron editados en 1954.

Extractos de la Física y metafísica

de la pintura se publicaron en la

revista suiza “Inconnues”, gracias a la

gestión del barón d'Hooghvorst,

la primera edición completa de los cuarenta

capítulos del Mensaje Reencontrado fue

realizada por la editorial parisina Denoël,

en 1956. Desde entonces, han aparecido

numerosas reediciones de sus obras

tanto en francés, como traducidas a

diversos idiomas, entre ellos el español.

A finales del siglo XX han aparecido,

editadas en francés y en español,

las obras de Emmanuel y de

Charles d'Hooghvorst.

Se trata de estudios y comentarios sobre

distintos aspectos de la

tradición occidental, inspiradas en el

pensamiento de Cattiaux.








PINTURAS DE LOUIS CATTIAUX


"EL SILENCIO ES ORO"


"LAO TSE"





















"ÁNGEL DE LA MUERTE"




"ARBOL"





2 comentarios:

Mª Ángeles Díaz dijo...
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Mª Ángeles Díaz dijo...

Querida Bet, te decía en mi espacio que me alegró recibir tu visita y conversar de nuevo contigo. Con respecto al tema de la homeopatía y Paracelso te decía que, efectivamente, son muchos los que se han movilizado para defender la medicina homeopática. Concretamente 11.700 y pico personas han dejado su comentario a favor en la plataforma que se ha creado para batallar contra esta plaga de incompetentes abusadores que manejan el mundo aquí y allí. Tanto Ana, que es una guerrera de cuidado, como yo vamos a seguir denunciando este hecho, aunque ahora el tema abierto sea nuestro pequeño homenaje a estos dos hombres grandes: Roland Goffin y John Deyme de Villedieu, ambos de la revista VERS LA TRADITION. Porque me parece lo menos que puedo hacer por lo que me aportaron con su trabajo y lucidez sobre el mundo de las ideas y la realidad del hombre actual. En especial recuerdo un trabajo del segundo titulado: "Los Tchandalas", en Symbolos 15-16, donde se refería a este periodo del ciclo como edad sombría. En él hacúa una descripción de las sociedades actuales: "Cansado de tantos desórdenes, el pueblo acaba por colocar a su cabeza a un elegido, el cual aumenta poco a poco el poder, hasta que este personaje, convertido en tirano, explota cruelmente a la multitud de ingenuos que lo habían escogido: los explota a impuestos, suprime a los descontentos, recluta una guardia cada vez más numerosa....
Volviendo al tema de éste post, Paracelso, me gustaría tratar un poco más de él en tanto que alquimista, es decir artista y guía de la propia construcción interior, aunque el mundo de la naturaleza y la medicina formaran parte esencial de sus exploraciones. No sé si seré capaz de definir lo amplio de su pensamiento, pero algo aportaremos, y en cualquier caso no conozco otro plan mejor que difundir la sabiduría y quedarme con la parte que me corresponda por realizar dicho trabajo. Ese es el sentido simbólico que tiene en la Masonería la idea de recibir un salario o de glorificar el trabajo.
Y ya que hablamos de salario, es decir de sal, te diré que una de las cosas que más detestaban de Paracelso sus detractores es que supiera tanto de cosas tan sencillas como de la sal, el mercurio y el azufre.
Gracias de nuevo Bet por tu visita. Volveré de nuevo a ver con deteniento tu nuevo post.
Núria de "Desde mi Ventana"
P.S.
Este post anula el anterior que la técnica desconfiguró. eLo siento Bet, borra el anterior.