DONUM DEI - SIGLO XV - (GEORGE AURACH)
Donum Dei, una obra que describe las etapas del Opus Magnum en doce ilustraciones alegóricas.
Es una de las más conocidas obras alquímicas de la Baja Edad Media. Se atribuye el original, realizado en la segunda mitad del siglo XV, a George Aurach.
La iconografía de los frascos se ilustra en representación de las diversas etapas de la "Gran Obra", inspirando, más tarde, obras alquímicas como por ejemplo el “Splendor Solis”.
Se conocen varias versiones a partir del siglo XV en distintos idiomas: latín, alemán, francés, inglés.
Los alquimistas empleaban en sus trabajos casi siempre un cuerpo único, de origen mineral.
El momento fijado era crucial, generalmente hacía referencias a un plan astrológico favorable, casi siempre el equinoccio de primavera, en consonancia con la ambición de la Obra de seguir los pasos de la naturaleza.
En líneas generales estaba dividido en fases – u obras- distintas, cuya función era producir primero el principio del mercurio, luego el del azufre. Una vez reunidos faltaba realizar la “gran cocción” de la que se obtenía finalmente la piedra.
El Donum Dei es una de las mejores obras sobre alquimia que se conocen y que describe las etapas de la “Magnun Opus”.
Sería erróneo creer que los alquimistas sólo buscaban la fabricación del oro.
La transmutación de los metales en ese material más perfecto era una de las virtudes a las que adscribía el adepto al poder de la piedra filosofal. La piedra podía multiplicarse infinitas veces, cambiando también de forma. En ella se encontraban concentrados los tres dones que llevaron los Reyes Magos de Oriente al Salvador: el oro, es decir la riqueza, el incienso, símbolo de la sabiduría divina y la mirra, sustancia que según la tradición antigua, otorgaba la inmortalidad. Sin embargo, estas promesas pertenecían a la última fase del trabajo. Antes había que atravesar un largo camino experimental empleando muchos procedimientos secretos de difícil realización.
El conjunto de los grandes esfuerzos que exigía la tarea del alquimista recibió el nombre de la “Gran Obra”. Ésta reunía la síntesis por la cual un individuo común alcanzaba el rango de demiurgo en el marco de su propio microcosmos. Para lograrlo, el hombre debía tomar una materia, caótica en sí misma, purificarla y animarla para dotarla de espíritu. Luego, separar y resaltar las diferentes naturalezas que la componían y volver a conjugarlas de manera armónica, lo que hacia mudar a la materia en la piedra filosofal.
Esta denominación de “Gran Obra” se empleaba como sinónimo de la propia alquimia, expresando la esencia de saber sagrado y simbólico como la lógica que insertaba su arte en un sistema filosófico definitivo.
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7 comentarios:
Viendo estas imágenes alquímicas uno siente que el verdadero arte es esta pintura alquímica que promueve en todo momento ideas de carácter trascendente. Ideas o imágenes, donde el hombre es siempre protagonista.
Es en este arte alquímico-hermético, donde uno descubre la necesidad que el ser humano ha tenido siempre de mantener viva su memoria, aquella que le permite recordar la naturaleza de su alma que busca siempre las nupcias con el espíritu y huye de la animalidad.
Esa unión o casamiento entre energías que debe producirse, alquímicamente hablando, en el athanor humano, es decir en el propio corazón del individuo que, cual receptáculo ideal, asume las funciones de copa que se deja llenar o fecundar por el rayo iluminador de la Inteligencia, única dueña de la verdadera libertad.
Mil gracias Bet por tu trabajo renovado. Quiero decirte que el brío, la calidez y al mismo tiempo la frescura y seriedad de este espacio, me ha captado por completo de modo que se ha convertido en el paseo más interesante de mi itinerario
Núria, Desde mi Ventana. Barcelona.
Nuria, tus visitas a esta Bitácora y comentarios, siempre son una alegría para mi, tanto desde el punto de vista humano, como desde el aporte enriquecedor de tus experiencias y conceptos.
Es reconfortante y estimulante saber que este "paso virtual" sea interesante y ameno. Aquí plasmo todo aquello que me ha conmovido y no hay nada más gratificante que poder compartirlo.
Abrazos fraternos y gracias:
BeT
Realmente, has puesto uno de los mejores ejemplos que refleja la Gran Obra. La Domun Dei es una obra completisima donde se escenifica el proceso. Contínua lucha de contrarios, como nos dice la Tabula Smaragdina. Busqueda de realidades absolutas para penetar en el autentico conocimiento y así llegar a la conclusión de la Obra. Saludos BeT.
Te felicito por tu página. Debes de tener una biblioteca impresionante. Seguiré visitando este lugar (que ya he puesto entre mis favoritos) y sus vínculos.
Ojalá no te desanímes y sigas subiendo imágenes y textos; siempre es reconfortante encontrar espacios de esta categoría y de esta enorme generosidad.
Un abrazo.
Lamberto, agradezco tu visita y comentario, que aporta algo más al post ;-)
Ismael, bienvenido a la Bitácora, es una alegría saber que otras personas pueden encontrar aquí lo que buscaban o abrir puertas. Claro, siempre es estimulante saberlo.
Soy una convencida que a la Luz no hay que ocultarla, sino dejar que brille, cada cual sabrá luego que hacer con ella.
Se que no se le puede dar agua al que no tiene sed, pero si no se ofrece, si no se muestra el manantial, muchos no se dan cuenta que pueden necesitarla.
Creo que es nuestro deber mostrar al mundo lo que uno va descubriendo en este Camino, que no todo es entretenimiento y adormecimiento, sino que hay otras puertas por descubrir.
Sigo descubriendo, recopilando y exponiendo con mucho afecto en este pequeño espacio.
Gracias a ti por pasar y dejar tu opinión.
Saludos!!
BeT desde la Bitácora de Alchemy
Pásate por mi blog BeT, tienes una sorpresa.
Saludos :-)
http://universodemarti.blogspot.com
Marti!! Muchas gracias por el detalle, de galardonar a "la Bitácora de Alchemy". Y felicitaciones a ti también por haber recibido el premio ;-)
BeT
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